jueves, 6 de noviembre de 2008
Aún es posible el acuerdo de paz
Obama frente al Medio Oriente
OBAMA FRENTE EL MEDIO ORIENTE
JOSÉ HAMRA SASSÓN
MEDIO ORIENTE, UN MUNDO ENTERO
ANTENA RADIO 107.9 FM
6 DE NOVIEMBRE DE 2008
Barack Obama finalmente ganó las elecciones en Estados Unidos, revigorizando al país más poderoso del mundo tras el pesar y el oscurantismo que marcó la era de George W. Bush.
Obama sabe que será el presidente estadounidense que el resto del mundo espera. Y lo espera por la simple y sencilla razón de que no es Bush. Obama representa la esperanza de que el mundo será mejor sin la agresiva política exterior que caracterizaron a Washington en estos ocho años. Una política exterior que dejó un reguero de muertos y resentimientos por guerras innecesarias que acabaron fortaleciendo al terrorismo global gracias a las cárceles clandestinas, al ninguneo del derecho internacional y al desprecio por los derechos humanos. Una política exterior que generó una estela de miedo que se tradujo en rechazo y odio a Estados Unidos en varios rincones del globo. Medio Oriente, por supuesto, no es la excepción.
La presidencia de Obama no marcará una diferencia inmediata en todo sentido. Mientras las expectativas son altas, también será importante no esperar demasiado. Es probable que los cambios en política exterior sucedan lentamente. El electorado estadounidense lo favoreció básicamente porque lo vieron como el candidato con mayor capacidad para resolver la crisis financiera y económica. Irak, el terrorismo y el resto del mundo no fueron prioridad para la mayoría de sus electores.
Pero Obama no podrá desentenderse de los asuntos internacionales. Obama y su equipo deben comenzar a operar de inmediato en materia exterior como parte del proceso de transición. Hay temas calientes que no pueden esperar hasta que se mude a
Durante su campaña, Obama señaló que su prioridad sería sacar a las tropas de Irak. Es más, está convencido que la invasión fue un error que perjudicó gravemente la guerra contra el terrorismo. Desde su visión, retirarse de Irak es indispensable para concentrar la lucha en Afganistán y la frontera con Pakistán. Sin embargo, la retirada no será fácil. Irak está internamente desgarrado y hacerlo apresuradamente sería un acto igual de irresponsable que la invasión misma. Además, una vez en la presidencia, tendrá una visión más pragmática que le hará replantearse algunas posturas. Para ello, Obama se apoyará en su vice-presidente, Joe Biden, quien es el especialista en asuntos internacionales. Sólo para el record, a diferencia de Obama, en 2002 Biden votó a favor de autorizar la invasión a Irak.
No obstante, la diferencia con la política de Bush radica en que Obama pretende recuperar la cooperación multilateral con otras naciones, establecer mecanismos diplomáticos a través de instituciones internacionales, incluyendo la ONU, y hacer uso de asistencia humanitaria como herramienta diplomática. En este sentido, es probable que el próximo gobierno de Estados Unidos busque establecer un mecanismo regional que contenga el conflicto en Irak y evite la guerra civil inter-sectorial que alimenta la ocupación estadounidense. De esta forma, se puede entender su postura respecto a Irán.
Obama reconoce el riesgo del desarrollo nuclear iraní para el mundo árabe e Israel. Pero en vez de aislarlo y atacarlo militarmente, como estuvo tentado el gobierno de Bush, buscará contactos directos con el desafiante régimen de Irán, repitiendo un esquema similar al de las reuniones que realizó Estados Unidos con los soviéticos durante
Salir de Irak es necesario para concentrarse en la guerra contra el terrorismo. Para Obama derrotar a Al-Qaeda implica reformar a las fuerzas armadas de Estados Unidos y la construcción de alianzas multilaterales. Aquí hay matices interesantes en lo que podría ser una renovada política exterior estadounidense en Medio Oriente. Obama no ve el mundo como lo ve Bush. El mundo para Obama no se divide en buenos y malos donde los que no están con Estados Unidos están en su contra. Al menos el presidente electo entiende que el mundo es mucho más complejo. Y en este sentido, el proceso de paz entre Palestina e Israel puede salvarse. Para ello, será importante que Obama no pierda el tiempo formulando un nuevo proyecto y rescate los avances que hay entre las partes. Obama se manifiesta más comprensivo a la causa palestina sin relegar su apoyo a Israel, lo cual es una señal positiva. Acercarse así conflicto le permitirá a Estados Unidos construir una posición de mediador imparcial para intentar una paz justa entre israelíes y palestinos. En pocas palabras, la llegada de Obama a