jueves, 18 de diciembre de 2008

Intifada de los Zapatos

INTIFADA DE LOS ZAPATOS

JOSÉ HAMRA SASSÓN

MEDIO ORIENTE, UN MUNDO ENTERO

REVISTA ANTENA RADIO 107.9 FM

18 DE DICIEMBRE DE 2008


La imagen perdurará por mucho tiempo. El periodista iraquí Muntazer al Zaidi, shiíta de 29 años, lanzó sus zapatos a George W. Bush. El presidente estadounidense logró esquivar ambos zapatazos mostrando gran agilidad, considerando la corta distancia y, por supuesto, el elemento sorpresa. Quizá el periodista se extralimitó en sus funciones profesionales, pero sin duda, su acción dio vuelta al mundo de inmediato por lo que simboliza: el repudio contra Bush y todo lo que representa. El repudio contra la invasión y la ocupación de Irak que destruyó millones de vidas, que buscó imponer los llamados valores de Occidente por medio de la guerra y la muerte fundamentado en mentiras, ambición y avaricia.

Más que una agresión, los zapatazos son un insultó, una muestra de aberración hacia la persona de Bush. Y está acción, que muchos la califican de chusca, ha logrado más, mucho más que los miles de atentados terroristas de Al-Qaeda y otros extremistas en Irak o que las acciones de resistencia armada de los movimientos iraquíes que se oponen a la ocupación. Los zapatazos son una manifestación de protesta, que aprovechando el impacto social de los medios globales de comunicación, se convierten en un estandarte de la resistencia civil generando simpatías en todo el mundo. Interesante, además, que el periodista sea shiíta. Este sector mayoritario de la sociedad iraquí ganó poder tras la caída de Saddam Hussein y su gobierno de minoría sunnita. Es decir, los zapatazos también reflejan la impotencia de muchos civiles shiitas, que tampoco aceptan la ocupación. Por todo lo que simboliza esta acción la podemos llamar como la “Intifada de los Zapatos”, esencia de una silenciosa revuelta social iraquí, encarnada en Zaidi, contra el líder supremo de las fuerzas de ocupación.

Sí, el periodista pudo extralimitarse en sus funciones ante el presidente de Estados Unidos, que hace seis años hizo lo mismo, se extralimitó sin el más mínimo pudor que le exigía su cargo. Bush ordenó la invasión ilegal del país de Zaidi. Derrocó a la dictadura de Hussein a la cual culpaba de desarrollar armas de destrucción masiva y de tener lazos con Al-Qaeda. Ambas acusaciones, como se sabía, resultaron falsas. Y aunque Bush reconoció recientemente que se había equivocado, su error, para nada una inocentada, resultó en la devastación de Irak, en al menos tres millones de refugiados y desplazados y una cifra de muertos que puede ascender a un millón de iraquíes.

Más allá de la anécdota, poco a poco sale a la luz la podredumbre que se ha acumulado en estos cinco años. Washington comienza a confrontar sus errores con el fin inminente de la era de W. Bush. Por ejemplo, el Senado señaló a Donald Rumsfeld, el ex secretario de Defensa, como responsable de las torturas en Abu Ghraib, Guantánamo y otras cárceles. Y es que el Comité de Servicios Armados de la Cámara Alta del Congreso estadounidense aprobó un informe en el que señala que Rumsfeld dio luz verde a las torturas para interrogar a los detenidos en la llamada guerra contra el terrorismo. Lo que Rumsfeld quiso ocultar bajo el eufemismo de “técnicas duras” se trataba de acciones como privación del sueño y simulacros de ahogamiento, por mencionar sólo algunas formas de tortura.

Por otra parte, el fin de semana pasado el diario The New York Times dio a conocer el borrador de una investigación oficial en la que se detalla la falta de planeación para la posguerra y cómo 100 mil millones de dólares invertidos para la reconstrucción de Irak han sido mal gastados en 5 años de guerra. El reporte Hard Lessons: The Iraq Reconstruction Experience, de más de 500 páginas, fue preparado por la Oficina del Inspector Especial para la Reconstrucción de Irak. Entre otras cosas, señala que el fracaso se debe a la pobre planificación previa a la ocupación, al despilfarro posterior y a la ignorancia sobre la sociedad iraquí que tuvieron 62 agencias responsables de la posguerra. Varias de estas agencias se crearon semanas antes de la invasión y algunas fueron conformadas por tan sólo una persona. Lo peor del caso es que dispusieron de miles de millones de dólares sin coordinación alguna y con una deficiente comunicación entre ellas. Por un lado, beneficiaron a líderes políticos y tribales locales, creando feudos de poder y control político.

Por el otro, la improvisación para la reconstrucción significó la caída en los indicadores de producción de petróleo, electricidad, acceso al agua potable y funcionamiento de la red telefónica. La presencia de la policía iraquí cayó hasta en 70% unas semanas después a la invasión. Ninguno de estos servicios públicos ha alcanzado el nivel que tenían antes de la guerra y la población iraquí lo reciente. Su país está peor hoy en día que con Hussein. En pocas palabras, la aventura de Bush fue un rotundo fracaso para el pueblo iraquí, el que supuestamente recibiría con aplausos a la fuerzas de ocupación. El informe concluye que el Pentágono también engañó al gobierno y a la sociedad estadounidenses. Inventó cifras sobre el número de las fuerzas de seguridad iraquíes, las que teóricamente sustituirían a los soldados estadounidenses que arriesgaron su vida para cumplir con los oscuros propósitos de la Casa Blanca.

Así es que esta vez Bush esquivó los zapatazos. Falta por ver que logre esquivar el juicio de la Historia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Jose,
aqui te mando unos comentarios sobre tu articulo. Temo no compartir tu posicion. Describes una situacion en un tono maniqueo como si las fuerzas de ocupacion americana hubieran venido a aplastar al gobierno democratico y respetuoso de los derechos civiles de Irak. Basta una mirada a la region curda para percibir el desarrollo que esta region ha alcanzado y escuchar a los curdos hablando de las fuerzas de liberacion amaricanas. Todo depende siempre del lado del que se vea. Ademas no entiendo el comentario de que el zapatazo logro mas que los miles de atentados de Al Qaeda. A que te refieres? Acaso se trata de la misma agenda? Acaso se trata en ambos casos del repudio a los valores democraticos y liberales de occidente? Si es asi, no veo la razon del festejo.
Te propongo seguir la discusion en Mexico el mes que entra.
Muchos saludos,
Leonardo Cohen

José Hamra Sassón dijo...

Hola Leo,
Me dio mucho gusto recibir retroalimentación de tu parte. De verdad muchas gracias. Tienes razón cuando dices que el artículo parece decir "como si las fuerzas de ocupacion americana hubieran venido a aplastar al gobierno democratico y respetuoso de los derechos civiles de Irak". Por supuesto que la dictadura de Hussein no era nada cercano a un gobierno respetuoso de los derechos humanos ni civiles ni políticos de los iraquíes. No la defiendo (jamás lo he hecho). Me faltó precisión, pero no pienso que el tono llegue a ser maniqueo (de hecho, un párrafo más abajo califico al gobierno de Hussein como una dictadura, por lo que creo dar por entendido que no fue un demócrata respetuoso de los derechos de los iraquíes, pero acepto que pude ser más preciso y no dejar lugar a dudas). Eso sí, la pieza es claramente crítica de la ocupación, fundamentado en la información que se genera en reportes de Estados Unidos. Tampoco considero que las tropas estadounidenses fueron enviadas a Irak para implantar la democracia y de ahí, contagiar al resto de la región. Respecto al norte iraquí, es cierto que la zona kurda tiende a ser la menos instable. En buena medida por la presencia de la tropas estadounidenses. La estabilidad es relativa (como bien señalas, depende quien se exprese), y ha estado constantemente a prueba. El gobierno autónomo kurdo, y las dos facciones que lo comparten, tembién tienen ambiciones que se han reflejado en la persecución y expulsión de minorías, como sucede con los turcomanos y árabes en Kirkuk y Mosul. Y lo hacen a través de sus propias milicias.
Respecto a los zapatazos, también preciso: lograron llamar la atención sobre la ocupación y lo que sucede en Irak: un fracaso rotundo de empresa estadounidense. La agenda de Al Qaeda y el reportero no son la misma, aunque ambos expresen su rechazo a Bush.

Acepto gustoso que continuemos la plática en enero. Oye, ¿cómo ves si publico esta comunicación en el blog? Sólo si lo aceptas.
Saludos de vuelta y te mando un abrazo.
Nos vemos pronto,
José